Fibromialgia y el uso de cannabis

En los últimos años se han ido desarrollando una serie de estudios que indican que el cannabis sería un eficaz tratamiento para mitigar los síntomas de este complejo trastorno que hasta hoy no tiene cura y que afecta en su mayoría a la población femenina.

Por Jessica Ramos Valenzuela

La fibromialgia es un trastorno crónico, reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS)  que causa dolores musculares, fatiga, dolores de cabeza, problemas para dormir, sensación de hormigueo en pies y manos e incluso falta de memoria, rigidez matutina, mareos, náuseas y otros. Hasta ahora las causas  de este mal se ha asociado a experiencias traumáticas, lesiones recurrentes, otras enfermedades o malestares o dolencias.

Se trata de un trastorno algo polémico, porque hasta hoy hay todo un debate si es que si se trataría de un mal de origen sicológico o físico. Hasta ahora, no hay consenso sobre ello. Pero s+i hay algunos estudios que indican que muchos pacientes que la padecen, tienen rasgos depresivos.

Este mal puede afectar a cualquier persona, pero se ha visto que hay una tendencia mayor en padecerla en la población femenina.

Se trata de una enfermedad muy invalidante que no es fácil de tratar y que cuyo tratamiento va a depender de cada caso personal. Además, no tiene cura hasta ahora. Todo lo anterior, lleva a quienes la padecen a peregrinar por varias consultas médicas, buscando el mejor tratamiento que los ayude a tener una mejor calidad de vida.

Pero lo que sí se ha visto en los últimos años, es que el cannabis, puede ser una terapia alternativa para aquellos pacientes que la padecen.

Se han ido desarrollando, a lo largo del tiempo, una serie de estudios que indican que el aceite de cannabis ayuda a mitigar los dolores provocados por la fibromialgia.  Esto, gracias a que contiene, entre otras cosas, Omega 3 y Omega 6.

No hay que olvidar que la marihuana también tiene propiedades analgésicas, por lo que podría ayudar a disminuir los dolores crónicos. Además los cannbinoides ayudarían a regular el sistema cannabinoide endógeno.

De todos modos aún hay un amplio debate y ciertos escepticismo respecto a la eficacia de la marihuana como tratamiento de esta enfermedad, pero lentamente los estudios la han ido avalando, abriéndose una nueva esperanza de una mejor calidad de vida para quienes padecen este trastorno.

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