¿Como germinar semillas de marihuana? Tres me todos efectivos y sencillos.
Para alcanzar la meta y obtener una cosecha abundante de cogollos cargados de resina debemos empezar con buen pie. La primera pregunta que viene a la mente del cultivador principiante es ¿cómo germinar semillas de marihuana?
Existen muchos métodos y trucos para germinar semillas de cannabis. La variedad puede llegar a ser abrumadora porque todos queremos que nuestras semillas crezcan fuertes, por eso te traemos tres métodos efectivos y sencillos con todos sus detalles para germinar semillas de marihuana.
Sin importar el método que decidas utilizar vas a necesitar tener a la mano una maceta pequeña –una para cada semilla– en donde vas a colocar una mezcla homogénea de humus, perlitas y turba para formar el sustrato donde va a pasar sus primeras semanas tu plántula (nombre que recibe la planta de marihuana antes de desarrollar al menos tres hojas reales).
La mayoría de cultivadores recomienda hidratar las semillas antes de iniciar la germinación. Al estar en contacto con el agua la semilla activa los mecanismos necesarios para su germinación. Para hacerlo simplemente tomas un vaso con agua destilada e introduces la semilla por un lapso de entre 12 a 24 horas, no se recomienda dejarla más tiempo pues la semilla puede morir ahogada.
Germinación de semillas de marihuana con servilleta
Este método es muy popular ya que no requiere de mayores implementos para su ejecución. Para llevarlo a cabo solo necesitas dos platos del mismo tamaño, papel film –también conocido como film plástico o alusa– y servilletas de papel. En caso de no contar con papel film puedes utilizar un recipiente con tapa hermética para sustituir los platos.
El proceso es muy sencillo: una vez hidratadas las semillas debes preparar la incubadora donde van a germinar, para ello colocas una servilleta sobre uno de los platos y la humedeces usando un spray con agua destilada, la idea es que la servilleta se humedezca sin quedar empapada. Luego colocas la semilla sobre la servilleta y la cubres con otra hoja igualmente humedecida. Si estas usando servilletas de varias capas puede simplemente levantar algunas capas para colocar la semilla entre ellas.
Juntas los platos y sellas la capsula de germinado usando el papel film para generar un ambiente cálido y húmedo entre los platos. Es importante que verifiques a diario que la servilleta siga húmeda ya que esto es vital para la semilla, si notas que esta seca puedes pulverizar más agua destilada sobre la servilleta sin empaparlas.
El proceso de germinado toma por lo general entre tres y siete días, estará lista para ser trasplantada cuando puedas apreciar una raíz de al menos un centímetro. Llegado este punto tomas la maceta con el sustrato humedecido y abres un agujero de medio centímetro de profundidad e introduces con delicadeza tu semilla procurando que el lado de la semilla por donde brota la raíz quede hacia abajo, de esa forma será más fácil que la plántula se abra camino hacia el exterior.
Germinación de semillas de marihuana con Jiffy
Para aplicar este método se requiere un Jiffy por cada semilla que desees germinar. Los Jiffys son discos o pastillas de turba prensada cubierta con una malla que por lo general es biodegradable, son diseñados especialmente para germinar semillas de todo tipo.
El Jiffy necesita hidratarse, para ello se toma un vaso de agua destilada y se introduce el disco sin retirar la malla por unos 5 minutos. Sabremos que esta listo cuando veamos que la malla que lo cubre este totalmente extendida sobre la turba que ha tomado la forma de un cilindro. Luego se retira el exceso de agua apretándolo cuidadosamente evitando que se deforme, debe quedar húmedo.
Una vez tenemos el Jiffy hidratado identificamos el extremo del cilindro que no tiene malla, abrimos un agujero de medio centímetro e introducimos la semilla, tapamos con cuidado el agujero usando la misma turba. Finalmente lo colocamos en un recipiente plástico con tapa, debe ser lo suficientemente alto para darle espacio a la plántula y lo colocamos en un lugar oscuro.
Para obtener mejores resultados se recomienda observar cuidadosamente la semilla: a primera vista parece ser redonda pero en realidad es ovalada y tiene diferencias sutiles entre una punta y otra. Se debe determinar cuál es su lado más puntiagudo y colocar ese extremo hacia abajo ya que por ese lado saldrá la raíz al eclosionar la semilla.
Diariamente se debe vigilar que el Jiffy no se seque y rociar agua con un spray sobre las paredes del recipiente para mantener un ambiente húmedo, si la turba esta seca podemos agregar agua directamente con un gotero.
Si la semilla ha eclosionado –esto significa que la raíz ya se está abriendo paso al exterior y se observa una puntita blanca en uno de los extremos de la semilla– antes de ponerla en la turba, debemos procurar colocar el lado por donde se asoma la raíz hacia abajo para facilitar su crecimiento.
Por lo general, entre tres y siete días después de colocar la semilla ya se puede ver la plántula asomándose, en este momento podemos llevarla a la maceta. Se abre un agujero en el sustrato húmedo donde quepa el Jiffy, en los productos de calidad no es necesario retirar la malla, por lo que se coloca en el agujero y se cubre con sustrato sin cubrir la nueva plantita.
Germinación de semillas de marihuana en el sustrato
Este método de germinación es lo más cercano a dejar que la naturaleza siga su curso. Solo es recomendable cuando ya se ha experimentado con el banco de donde proviene la semilla, se confía en su capacidad de germinar y se tienen bien controlados el pH del sustrato y la temperatura del entorno.
Una vez hidratada la semilla se abre un agujero de medio centímetro en el sustrato húmedo, se coloca la semilla en el mismo y se cubre sin presionar demasiado.
Al igual que con el Jiffy se debe identificar el lado más puntiagudo de la semilla y colocar ese extremo hacia abajo en el sustrato. Debemos evitar impacientarnos y remover el sustrato para ver cómo le ha ido a la semilla ya que esto puede dañar la raíz y arruinar completamente el proceso de germinación.
Hay que vigilar que el sustrato no se seque y agregar pequeñas cantidades de agua cuando sea necesario. Si todo va bien al cabo de siete días podremos observar la plántula emergiendo del sustrato.
Ya conoces tus opciones, elige el método que más te convenga y disfruta de la gratificante experiencia del autocultivo.