Hay ciertas normas que si bien no están escritas, que debe saber todo buen fumador de cannabis. Acá te revelamos algunas de ellas.
Fumar marihuana es toda una experiencia, pero como todo en la vida, hay ciertos protocolos que hay que seguir para que la mencionada experiencia sea lo mejor posible. Así que acá te damos algunos mandamientos importantes que siempre hay que tomar en cuenta.
1-Siempre comparte
Si estás con otras personas, amigas o quizás no tan amigas, y decides hacerte un porro, nunca seas egoísta y siempre comparte. Esto siempre es bueno para estrechar aún más la amistad y si no la hay, siempre es bueno para hacerse de nuevos amigos.
2-Quien arma el porro es quien lo enciende
Si bien esto no es una norma escrita, está tácita entre quienes son fumadores habituales de marihuana.
3-Fuma y pasa
Nada de andar haciéndose el loco por mucho rato con el porro, es de mal gusto ser egoísta en ese sentido y siempre hay que recordar que hay otras esperando ansiosos por esa calada.
4- No seas baboso
Nada más asqueroso que tener que fumar un porro todo babeada, intenta controlar tu saliva cuando lo fumes, cosa que al que le toque después no tenga que consumir tu baba.
5-Nunca digas que la hierba es mala
No hay nada más mal educado que andar diciendo que la hierba que hay disponible es mala o que no te gusta. Si sientes que es así, simplemente no fumes, pero no andes criticando la marihuana de otro.
6-No hagas espectáculos
Cada persona reacciona de manera distinta ante un colocón y si eres de esas personas que comienza a hacer puras burradas después de fumarse un porro, intenta mantener el control, ya que de lo contrario, es posible que te quedes solo.
7-Siempre ten comida y bebestible
Si resulta que organizas una fiesta o una junta donde se fumará marihuana, lo óptimo es que tengas a mano, galletas, chocolates, queques o frutas, además de bebidas y jugos, porque como bien sabemos se viene el bajó y la sed. De este modo, los demás lo agradecerán.
8-Cuando puedas tú también invita
Hay algunos amantes de la marihuana que siempre le andan pidiendo al resto un poco de hierba y que jamás, pero jamás ellos invitan. Esto es muy mal visto, más aún cuando alguien sólo se acuerda de ti porque sabe que siempre tienes hierba.